![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih7l4JkXJ2kP67F3bBqnQDhyphenhyphenWwtbPvrhU_onAOBnDOg7JeKXuWi0jCtxjjU-JsLJN-JmIliVijblm0MFdHBRL4gD1jPje1yLJAaEg3FtKM5a2vqvqCGn52muw7oCjns2KJFwa-hIdiPjWg/s320/cartel+mujer.jpg)
Nuestro país se encuentra en una situación excepcional en la que las expectativas de igualdad entre hombres y mujeres son mayores que las existentes en ningún otro momento histórico y en la mayoría de los países de nuestro entorno.
La consecución de la igualdad es encuentra en el primer plano de la agenda política y cuestiones antes relegadas, como la violencia de género o la desigualdad en los salarios y en el empleo son temas de primer orden de la agenda política. Nuestro sistema de bienestar social, infradimensionado por razones históricas, está en condiciones de situarse a la altura del desarrollo adquirido por nuestro país.
El gobierno está impulsando una serie de medidas para satisfacer necesidades hasta ahora desatendidas y para intentar paliar los importantes desequilibrios que padece nuestro mercado laboral. Pero no basta con basta con políticas activas, sino que necesitamos a la sociedad en su totalidad, necesitamos que se implique en el cambio de hábitos y costumbres para seguir avanzando con paso decidido en la senda hacia la igualdad real y efectiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario